Se la atribuyen múltiples beneficios como disminuir peso corporal, mejorar la fuerza de todos los músculos del cuerpo (entre ellos el corazón), la tensión arterial y el estado de ánimo. El  ejercicio, podría decirse, a la fuente de la eterna juventud.

Por otro lado, el sedentario, según la organización Mundial de la Salud (OMS), es aquella persona que realiza mínimo 30 minutos de ejercicio con cinco veces a la semana.

La definición es importante porque el sedentarismo se ha convertido en el desencadenante de gran parte de las enfermedades de la población colombiana y es uno de los cuatro factores de mayor riesgo de muerte en el mundo.

Tenga cuidado, sin embargo, cuando lo practique. Existe la creencia errónea de que a mayor intensidad mayor será el bienestar, o que la actividad diaria en el trabajo o en el hogar es suficiente.

Recuerde que debe realizarse en los niveles y frecuencias apropiadas para cada individuo y con indicación o seguimiento de su médico, pues puede llegar a producir lesiones, enfermedades y hasta la muerte.

Para el corazón, continuamente se refiere al ejercicio llamado cardio, pero este no consiste solamente en subirse a una bicicleta o trotar. Para que realmente se vean los beneficios es necesario que el órgano se contraiga un número específico de veces, dependiendo de la edad y la condición de la salud. Para esto, el especialista de realizar pruebas que determinen el tipo de ejercicios adecuado para cada persona.

Y si a las buenas intenciones de mejorar su estado de salud se le añaden enfermedades que han afectado su corazón como infartos, sincope, cirugías o factores de riesgo que pueden llegar a enfermarlo, llámese sobrepeso, problemas de colesterol, consumo frecuente de cigarrillo, alcohol o altos niveles de estrés, la actividad física debe realizarse bajo un estricto seguimiento de especialistas en corazón.

El tipo de ejercicios que realice dependerá del comportamiento y aceptación de su corazón ante el esfuerzo físico, más de no de las ganas de recuperarse o del estado de ánimo que disponga para realizar dicha actividad.

El ejercicio es un medicamento que aunque se “consume” libremente, requiere de una  preparación médica, ya que como cualquier otro si se toma en las medidas inapropiadas puede además de no producir el efecto deseado por no consumirlo, llegar a desencadenar efectos fatales si se consume en exceso.

Por eso cualquiera que sea su intención de hacer ejercicios (salud, estética o social) realice primero una valoración médica y asesórese por especialistas en el campo del ejercicio y la salud.