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  • Las miles de bacterias y otros organismos microscópicos que viven dentro de la boca pueden llegar a influir en la salud del corazón.

Lavarse los dientes hace parte de una rutina relacionada, generalmente, con la prevención de caries y el cuidado de un buen aliento ya que el tema se piensa desde el consultorio odontológico, pero poco desde el del cardiólogo.

Sin embargo, existe una relación directa entre la higiene oral y el corazón. Diversos estudios han demostrado que una pobre higiene oral está directamente relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.

Los estudios señalan que no es fácil probar esta teoría, pero que es lógico afirmar que las miles de bacterias y otros organismos microscópicos que viven dentro de la boca pueden llegar a influir en la salud del corazón.

Un grupo de investigadores de la Sociedad Médica del Reino Unido le preguntó a un número de personas qué tan a menudo se lavaban los dientes, y luego les hicieron seguimiento durante ocho años. Encontraron que las personas que se los lavaban con menos frecuencia tenían un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares que aquellos que sí tenían una higiene oral aceptable.

El tema clave radica en la inflamación causada cuando hay riesgo de infección en la boca, ya que es de común conocimiento que hay relación entre una inflamación y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Además, el estudio señala que la situación es aún más complicada porque una higiene oral pobre está frecuentemente ligada a otros factores de riesgo como lo son una dieta poco saludable y el cigarrillo.

Por su parte, investigaciones de la Universidad de Harvard también relacionan la salud oral con el corazón. El último estudio sobre el tema revela que las bacterias de la boca pueden afectar los vasos sanguíneos o producir coágulos al liberar toxinas que se asemejan a las proteínas encontradas en las paredes de las arterias o en el torrente sanguíneo, y que la respuesta del sistema inmunológico puede causarle daño a los vasos sanguíneos o facilitar la producción de coágulos.

También, es posible que la inflamación en la boca pase a otras partes del cuerpo, incluyendo las arterias, en donde podría ocurrir un infarto o un derrame. Para las personas con peridoncitis, por ejemplo, existe el riesgo de que las bacterias que causan la enfermedad terminen afectando el corazón, ya que estas han sido encontradas en la placa de aterosclerosis en las arterias coronarias, la cual causa el infarto de miocardio.

Afortunadamente, y a pesar de los estudios, mantener los dientes y la boca limpia hace parte de un sentido común ya socializado. Sin embargo, recuerde que lavarse los dientes todos los días, así como visitar a su odontólogo por lo menos dos veces al año, no solo beneficiará su salud oral, sino también su corazón.

Finalmente, en la Liga Colombiana Contra el Infarto y la Hipertensión recomendamos:

  • Cepillarse regularmente al menos dos veces al día para eliminar las bacterias que forman las placas.
  • Usar el hilo dental después de las comidas.
  • Consumir alimentos saludables, frutas y verduras y reducir el consumo de azúcares.
  • Evitar el cigarrillo porque puede destruir las encías y aumentar las posibilidades de enfermedades cardíacas.
  • Visite a su odontólogo al menos una vez al año.