Fuente La Libertad
La Organización Mundial de la Salud destaca las propiedades saludables del consumo de pescado durante esta temporada religiosa y ofrece recomendaciones nutricionales.
Durante la Semana Santa, es común optar por el consumo de pescado en lugar de carnes rojas, siguiendo tradiciones religiosas arraigadas. Sin embargo, más allá de estas prácticas culturales, es importante destacar los beneficios nutricionales que este alimento aporta a nuestra salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El pescado, tanto azul como blanco, es una excelente fuente de grasas saludables, proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. La OMS enfatiza que el omega-3, presente en el pescado, es fundamental para nuestra salud y no puede ser producido por nuestro cuerpo, por lo que se recomienda su ingesta regular y adecuada a través de este alimento marino.
¿Cuáles son las diferencias entre el pescado azul y blanco?
La principal distinción radica en el contenido de grasa de cada tipo de pescado, así como en su perfil proteico y de nutrientes.
El pescado blanco, caracterizado por habitar en fondos marinos, presenta un bajo contenido graso (menos del 5%), siendo una valiosa fuente de proteínas magras, fósforo, vitaminas del grupo B y otros nutrientes esenciales. Ejemplos de pescados blancos son el lenguado, la merluza, el bacalao y el congrio, entre otros.
Por otro lado, los pescados azules, que suelen vivir en aguas superficiales o a media profundidad, contienen niveles más elevados de grasa (entre el 5% y el 25%), mayormente grasa insaturada. Destacan por su aporte de ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral. Entre los pescados azules se encuentran el salmón, las sardinas, el atún y la trucha, entre otros.
El doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, subraya que el consumo regular de pescado azul ofrece beneficios como fortalecer los músculos, regular la presión arterial, prevenir el endurecimiento de las arterias y mejorar los niveles de colesterol.
En conclusión, tanto el pescado blanco como el azul son opciones saludables y nutritivas para incluir en nuestra dieta, especialmente durante la Semana Santa. No obstante, se recomienda equilibrar la ingesta de grasas y seguir consejos nutricionales adicionales, como preferir alimentos bajos en grasas saturadas y ricos en fibra soluble para una dieta balanceada y saludable.