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Colesterol, hipertensión, cigarrillo, sedentarismo y diabetes. También, el sexo, el factor genético y la edad influyen en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.

El colesterol, la hipertensión arterial, el cigarrillo, el sedentarismo y la diabetes son los principales factores de riesgo modificables de las enfermedades cardiovasculares que pueden ser cambiados o mejorados por medio de un estilo de vida saludable.

Pero también están los factores de riesgo no modificables que hacen parte innata de las personas, bien sea por herencia, genética o predisposición, por eso no es posible revertirlos o eliminarlos.

Factores de riesgo no modificables:

Si bien la incidencia en la juventud es cada vez mayor, las enfermedades del corazón, como muchas otras, son más comunes en personas de edad que en jóvenes.

Con el paso del tiempo y el aumento de los años se observa múltiples fenómenos de envejecimiento entre los cuales están la pérdida de la elasticidad de las arterias, el proceso degenerativo de calcificación y formación de placas en los vasos sanguíneos y en las válvulas cardiacas (ateroesclerosis). 

En estudios epidemiológicos se ha observado que la incidencia de insuficiencia cardiaca se duplica a partir de los 45 años. Así mismo 4 de cada 5 muertes debidas a enfermedad cardiaca se producen en personas mayores de 65 años.  

El sexo es otro factor de riesgo. Generalmente las enfermedades coronarias afectan más a los hombres antes de los 55 años que a las mujeres.  Sin embargo, esta situación tiene a disminuirse cuando las mujeres inician la menopausia. 

Lo anterior se ha demostrado porque los estrógenos (hormona femenina) son protectores de la enfermedad cardiovascular y al perderse durante la menopausia se evidencia presencia de hipertensión arterial y aparición de infartos al corazón. 

En estudios de población se ha reportado que después de los 65 años el riesgo cardiovascular es aproximadamente igual en hombres y en mujeres. 

Y por último el factor genético. Es muy importante conocer si en la familia hay antecedente de infarto, muerte súbita, diabetes, accidentes cerebrovasculares, colesterol alto e hipertensión. 

 Se considera una historia familiar con enfermedades cardiovasculares cuando alguien fue diagnosticado con enfermedad coronaria u otra enfermedad relacionada.

Realmente no se puede hacer nada para cambiar este factor, pero sí se puede controlar. Asegúrese de conocer y tener en cuenta siempre su historia familiar, así como realizarse chequeos periódicos para evitar un riesgo mayor.

Factores de riesgo modificables:

El colesterol elevado es uno de los principales factores de riesgo, ataca directo al corazón. Puede ocasionar depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos. Esto hace que se estrechen y entorpezca la circulación de la sangre.

También puede provocar asterosclerosis, enfermedades coronarias, anginas de pecho y accidente cerebrovascular.

Si usted tiene problemas de colesterol debe evitar los condimentos, la comida chatarra, los embutidos, el alcohol, leer las etiquetas de los alimentos, optar por una dieta balanceada y practicar ejercicio.

Otro factor a tener a cuenta es la Hipertensión arterial, una enfermedad asintomática pero fácil de detectar en donde los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta.

“Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear”, dice el doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la hipertensión. “Si no se controla, puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca”.

La tensión arterial ideal de una persona debe ser de 120/ 80. Si está en 140/ 90 o más se considera elevada y debe acudir donde el especialista.

Recuerde que tomarse la tensión a diario, dejar la sal, el alcohol, el cigarrillo y hacer ejercicio le puede ayudar a prevenir esta enfermedad. 

Otro enemigo del corazón es el cigarrillo, representa una amenaza para las arterias. Fumar no solo afecta los pulmones como comúnmente se cree sino también al corazón.

Las personas que fuman tienen tres veces más riesgo de padecer un infarto comparado con el resto de la población.

El tabaquismo es responsable de una cada tres muertes por enfermedad coronaria en el mundo.

También acelera la frecuencia cardíaca, contrae las arterias principales y puede ocasionar alteraciones en el ritmo de los latidos del corazón. 

El sedentarismo es otro factor que pone en riesgo el corazón. La inactividad física se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca.

Una persona sedentaria tiene más riesgo de sufrir arterioresclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.

El sedentarismo sólo se combate con actividad física. Correr, nadar y montar en bicicleta son los más recomendados. 

Por último, las personas diabéticas tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Los motivos son que la glucosa puede elevarse en la sangre, deteriorar los vasos sanguíneos y acelerar la ateroesclerosis. Además, aumenta el riesgo de desarrollar otras enfermedades como las enfermedades cerebrovasculares.

Por eso es tan importante prevenir, cambiar el estilo de vida con ejercicio, dieta baja en grasa y alejarse del cigarrillo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]