Si bien la incidencia en la juventud es cada vez mayor, las enfermedades del corazón, como muchas otras, son más comunes en personas de edad que en jóvenes. Con el paso del tiempo y el aumento de los años se observa múltiples fenómenos de envejecimiento entre los cuales la pérdida de la elasticidad de las arterias, el proceso degenerativo de calcificación y formación de placas en los vasos sanguíneos y en las válvulas cardiacas (ateroesclerosis).
Todo lo anterior favorece la aparición de la hipertensión arterial, enfermedad coronaria, falla cardiaca, eventos cerebrovasculares y enfermedad vascular periférica.
En estudios epidemiológicos se ha observado que la incidencia de insuficiencia cardiaca se duplica a partir de los 45 años. Así mismo 4 de cada 5 muertes debidas a enfermedad cardiaca se producen en personas mayores de 65 años.