Fuente: El tiempo.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias. Sin embargo, es también un mal silencioso que no se detecta a simple vista.
Se considera que una persona tiene hipertensión (HTA) cuando su tensión arterial es demasiado elevada según la medición de la tensión sistólica, la cual corresponde al momento en que el corazón se contrae o late, y la tensión diastólica, que equivale a la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.
De este modo, la OMS establece que para el diagnóstico de hipertensión se deben tomar mediciones dos días distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg.
Es posible que una persona que sufra de hipertensión arterial no experimente ningún síntoma. De hecho, quienes la padecen no presentan indicios que le avisen sobre la presencia de la enfermedad y es por eso que se conoce como ‘el asesino silencioso’, de ahí que los chequeos médicos regulares son fundamentales para prevenirla y tratarla.
Según explica la enciclopedia médica MedlinePlus, la hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.
Presión alta en adultos
A medida que envejece una persona es más propensa a que se le diga que sufre de hipertensión. De acuerdo con MedlinePlus esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. Cuando esto sucede, la presión arterial se eleva.
Según estima la OMS, en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y que la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos. Según los cálculos, el 46 % de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección.
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Entre los factores que incrementan el riesgo de una persona están:
- Ser afroamericano
- Padecer obesidad
- Padecer altos niveles de estrés
- Consumir alcohol en exceso (más de 1 trago al día para las mujeres y más de 2 al día para los hombres)
- Consumir sal en exceso
- Fumar
- Padecer diabetes
- Tener familiares que padecen hipertensión
Para prevenir la hipertensión, la mayoría de las personas deben hacer cambios en su vida diaria, en temas como la alimentación, el ejercicio y el consumo de sustencias como el alcohol.
Para los adultos, la OMS recomienda consumir menos de 5 gramos (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día y aplica a todos los individuos, hipertensos o no. Sin embargo, el mismo organismo estima que la mayoría de las personas consumen el doble de la cantidad sugerida, con lo que se exponen a mayor riesgo de padecer tanto enfermedades cardiacas como accidentes cerebrovasculares.
La organización también recomienda consumir más frutas y verduras; realizar actividad física con regularidad; no consumir tabaco; reducir el consumo de alcohol; limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas; y eliminar/reducir las grasas trans de la dieta.
Por su parte, la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión recomienda la medición constante de la presión arterial para el diagnóstico y seguimiento de los pacientes que puedan tener riesgo de sufrirla o que ya apdezcan la enfermedad.
El entrenamiento en Auto Monitoreo de la Presión Arterial (AMPA) da las directrices para que los pacientes se puedan tomar la tensión adecuadamente, explican desde la Asociación Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular.
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Así, cabe recordar que los valores normales de tensión arterial son 120/80. Si su presión arterial está en 140/90 o mayor debe asistir al médico. Si está por encima de 160/110 es necesario tomar los medicamentos formulados por el médico tratante y no automedicarse.
Insistimos en fomentar la detección temprana y responsabilizar al paciente de su enfermedad (…) si aprendemos a tomar la presión arterial en casa es más fácil la prevención, solo así evitamos caer en una silla de ruedas o una diálisis permanente, entrar en falla cardiaca y depender de oxígeno con una calidad de vida nada envidiable”, explica el doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión.