La dieta ideal para la obesidad suele enfocarse en la reducción de calorías, el control de las porciones y la elección de alimentos nutritivos.
Sin embargo, los alimentos que consumimos son importantes porque nos aportan las calorías, es decir, nos dan la energía necesaria para que nuestro organismo funcione correctamente.
Lo importante es tener un balance de las calorías, si consumimos más de las que necesitamos, acumulamos grasa y es ahí cuando nos engordamos, por el contrario, si tomamos menos calorías de las que necesitamos, podemos perder grasa y peso.
Para saber cuántas calorías necesitas al día, haz este sencillo cálculo:
- Si eres hombre multiplica tu peso por 25, si eres mujer por 23.
- Con base a ese resultado haz el siguiente cálculo:
- Si tienes menos de 25 años suma 300 calorías.
- Si tienes entre 26 y 45 años no realices ninguna operación.
- Si tienes entre 46 y 55 años resta 100 calorías.
- Si tienes entre 56 y 65 años resta 200 calorías.
- Y si tienes más de 66 años resta 300 calorías.
Ejemplo: 56 kg x 23=1.288 calorías
Este resultado puede darte alguna referencia de las calorías que necesitas consumir al día, según el estilo de vida que lleves, por ejemplo si eres sedentario o deportista.
Consejos para incluir hábitos saludables en tu día a día
- Controla las porciones: reduce el tamaño y evita comer en exceso. Utiliza platos más pequeños, come más despacio y presta atención a las señales de saciedad de tu cuerpo.
- Incluye frutas y verduras crudas o cocidas (al menos cinco unidades al día).
- Elije alimentos nutritivos: prioriza alimentos ricos en nutrientes, como granos enteros, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa.
- Reduce las calorías: consume menos calorías de las que tu cuerpo necesita para mantener tu peso actual. Esto generalmente implica reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares añadidos.
- Evita alimentos procesados: limita la ingesta de alimentos procesados, ya que tienden a ser altos en calorías, grasas poco saludables y azúcares añadidos.
- Toma mucha agua: mantente bien hidratado con agua en lugar de bebidas azucaradas. Por lo menos 1,5 a 2 litros diarios.
- Disminuye la ingesta de sal y alcohol.
- Realiza actividad física: complementa tu dieta con actividad física regular como caminar, trotar, pasear al perro, subir por las escaleras, etc., lo que puede ayudar a quemar calorías adicionales y mejorar tu salud en general.
Es importante recordar que la dieta ideal puede variar según las necesidades individuales, por lo que es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en su dieta.