Fuente: Semana.
Un estudio presentado por el Colegio Estadounidense de Cardiología en el reciente Congreso Mundial de Cardiología reveló las posibles implicaciones cardiovasculares a largo plazo del uso de la marihuana.
Como se sabe, la marihuana es una mezcla verde, marrón o gris de partes desmenuzadas y secas de la planta que lleva el mismo nombre. Una especie que contiene sustancias químicas que actúan en el cerebro y pueden cambiar su estado de ánimo o conciencia.
Los científicos descubrieron que el consumo de esta droga está relacionado con la CAD (Enfermedad de las arterias coronarias), y existen altas probabilidades de una relación dosis-respuesta, en donde el consumo más frecuente de cannabis se asocia con un mayor riesgo de estas enfermedades o de infarto.
Se evaluaron mediante encuestas a 175.000 personas. Los investigadores primero analizaron la relación entre la frecuencia de consumo de cannabis y tasas de CAD, evaluadas con base en registros médicos que abarcan varios años.
Después de ajustar por edad, sexo y los principales factores de riesgo cardiovascular, los resultados indicaron que los consumidores diarios de cannabis tenían un 34 por ciento más de probabilidades de tener CAD que aquellos que nunca lo habían consumido.
¿Qué dice la Liga Colombiana contra el Infarto y la hipertensión?
La marihuana ha sido considerada una droga ilícita por mucho tiempo. Sin embargo, esta concepción ha ido cambiando en buena parte del mundo, por lo que la legalización de su uso en varios países, con fines recreacionales o medicinales, ha generado una actitud diferente hacia ella, incrementando su uso.
Según Naciones Unidas, aproximadamente 200 millones de personas consumieron cannabis en 2019, lo que representa el 4 por ciento de la población mundial. Y se estima que el número de consumidores de cannabis ha aumentado casi un 18 por ciento en la última década.
En ese sentido, Manuel Ricardo Lombo, médico internista y cardiólogo de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, señala varias consecuencias del consumo frecuente de esta droga.
Riesgos para el corazón
Tal como se reveló en el reciente Congreso Mundial de Cardiología, el consumo de la marihuana “se asocia con riesgo de infarto y también produce euforia y otros efectos cardiovasculares como taquicardia, contracciones ventriculares prematuras, fibrilación auricular y arritmias ventriculares”.
Además, señala el especialista, tiene efectos broncopulmonares (bronquitis), oculares (visión borrosa), psicológicos (juicio alterado, disforia, ansiedad, y, con dosis altas, paranoia y psicosis) y motores (alteración en la coordinación motora).
Ahora bien, debido a que los preparados comestibles de marihuana se absorben más lentamente, su consumo se asocia más con efectos secundarios psicológicos o cardiovasculares.
Asimismo, a nivel cardíaco y vascular el tetrahidrocanabinol estimula el sistema nervioso simpático y deprime el sistema parasimpático, aumentando así la frecuencia cardíaca, la demanda miocárdica de oxígeno, la presión arterial y la activación plaquetaria.
En contraste, el canabidiol puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, modular la disfunción endotelial, reduciendo la respuesta inflamatoria.
Advierte además que fumar e inhalar cannabis, comparado con fumar tabaco, aumenta las concentraciones de la hemoglobina cargada de dióxido de carbono cinco veces y el contenido de alquitrán tres veces. Se asocia con efectos negativos en el endotelio, el metabolismo de las grasas; altera el transporte de oxígeno, y puede así causar alteraciones cardíacas como cardiomiopatía, angina, infarto del miocardio, arritmias, falla cardíaca, edema pulmonar, choque cardiogénico y muerte súbita.
El doctor Lombo también menciona que en las áreas de Estados Unidos en donde se ha legalizado el cannabis, ha sido evidente el aumento de las consultas a urgencias por infartos del miocardio y efectos adversos asociados al uso de esta droga.
“Reportes de casos y estudios observacionales apoyan la relación entre el uso de cannabis y fibrilación auricular, así como infartos que ocurren en individuos jóvenes sin enfermedad isquémica conocida. Entre usuarios de cigarrillo, el uso de cannabis se asocia a un incremento en las calcificaciones de las arterias abdominales y coronarias”, dice el especialista.
“El uso de cannabis se ha asociado con aumento del riesgo de accidentes cerebrovasculares. Se ha encontrado un riesgo 3,3 veces mayor de eventos cerebrales establecidos y transitorios en usuarios de cannabis en el último año, específicamente en usuarios semanalmente o con mayor frecuencia”, agrega.
Especial atención merece el hecho de que el humo de cannabis contiene muchos de los cancerígenos y mutágenos del humo del cigarrillo. Y se sabe que el uso continuado y a largo plazo pudiera estar relacionado con el desarrollo de cáncer testicular. Los datos para cáncer pulmonar son conflictivos por el uso concomitante de tabaco.
Por ello, debido a la alta probabilidad de toxicidad cardíaca, vascular y cerebral por el consumo a corto y largo plazo de marihuana, se considera que antes de decretar el uso libre de cannabis se debe tener evidencia firme de que no producirá efectos cardiovasculares y en el sistema nervioso, que a futuro (inmediato y mediato) puedan crear un serio problema de salud pública, afectando especialmente a la población joven y productiva del país, reflexiona el doctor Lombo.